La primera vez que tomé un lápiz y dibujé...No recuerdo esa primera vez, pero me acuerdo de la sensación que me daba tener una página en mano, y de trazar líneas que me trasportaban a otros mundos. Fue mágico para mí escapar de los problemas familiares que indudablemente me afectaron.
Por fortuna, no existían las redes sociales, ni los dispositivos electrónicos a como los conocemos. En los 90s el centro de mi universo fue mi madre, la TV, los videojuegos, las canicas, los barriletes, y por supuesto: dibujar. Aún no comprendía la ciencia detrás del consuelo que sentía, al crear trazos sin fin de mundos y personajes, con el poder de la imaginación; sin embargo, disfrutaba del proceso.
Dibujar es lo máximo, pero leer y escribir permite lograr algo diferente. Con los últimos, granulé mis sentimientos y pensamientos, alcanzando una extrospección e introspección que al día de hoy me a costado conflictos y resoluciones.
Nunca me cuestioné tanto, hasta que empecé a leer y a escribir, activamente. Supe desde entonces que lo mucho que sé, es poco, y lo poco que sé, es mucho.
El arte de dibujar me facilitó la habilidad de retratar lo que sentía, y lo que percibía de mi entorno. La literatura me permitió ahondar en la relación que he forjado conmigo mismo, con los demás, y los entornos con los que he interactuado. Ambos me orientan a un enfrentamiento con mi sombra, y a la vez me salvan el alma, cuando por huracanadas turbulencias mi esperanza va a la deriva.
PARTE 2. EL ARTE Y LA LITERATURA: SALVAVIDAS DEL ALMA
Decidí dividir el artículo en dos partes. A partir de la primera parte, expliqué mi experiencia con el arte y la literatura. La segunda parte del artículo aborda una explicación filosófica y científica de lo que experimenté, y de lo que posiblemente a experimentado todo aquel que le ha encontrado gusto al arte, y a la literatura (como lector y/o escritor).
Para empezar ¿Qué es el alma? El alma tiene una interpretación religiosa, filosófica, y otra, desarrollada por la psicología, la psiquiatría y la neurología; dándole una interpretación científica. En lo que respecta a las mencionadas disciplinas científicas, el alma es la mente. La mente, es: actividad mental. Tanto la religión, la filosofía, así como las ciencias, concuerdan en que representa el “ser”. Pero ¿Qué es el “ser”? El “ser” es nuestra individualidad, cuya proyección tiene el potencial de terminar ejerciendo un impacto colectivo. Sucede que no somos una isla. Habitamos distintos árboles, pero vivimos en el mismo bosque. Nuestras experiencias, son en algún lugar y en algún momento, experiencias parecidas a otras, y/o: experiencias que impactan a otros. A través del arte y la literatura, tejemos redes de acciones, reflexiones y sentimientos que nos unen para bien o para mal.
¿De qué manera nos ayuda el arte?
Sus beneficios son cuantiosos. Diversos estudios han determinado lo siguiente:
- Estimula la introspección, por medio de la creatividad. 
- Relaja la mente, reduciendo la ansiedad y el estrés. 
- Mejora el procesamiento de eventos traumáticos pasados, incapaces de ser expresados mediante el uso del lenguaje. 
- Mejora las habilidades motoras, la coordinación y el equilibrio. 
- Otorga un mayor control emocional y mejor autoestima. 
- Mejora las habilidades cognitivas. 
- Mantiene una mente más activa y clara, durante la vejez. 
¿De qué manera nos ayuda la literatura?
Aunque no se a estudiado extensamente sus beneficios (en comparación con el arte), los resultados no dejan de sorprender.
Jerome Bruner (psicólogo cognitivo), considera la narración de historias, la forma en que le damos sentido a nuestras experiencias. Emanuel Castano (del Deparmento de Psicología y Ciencias Cognitivas de la Universidad de Trento, España) explica: «Nuestra investigación es parte de esta línea y arroja luz sobre los efectos que la narrativa tiene sobre los procesos cognitivos: sobre cómo pensamos y no solo sobre lo que pensamos. Hicimos un estudio publicado en la revista Science que muestra cómo los diferentes tipos de historias influyen en la forma en que pensamos. Por ejemplo, las novelas más literarias aumentan nuestra capacidad para comprender mejor a los demás, lo que en las ciencias cognitivas llamamos teoría de la mente. Por el contrario, las novelas de género o más populares no parecen estimular esta capacidad, sin la cual cada interacción diaria, como las relaciones sociales, caería en el caos. La mayor parte de la investigación en este área es en psicología del desarrollo y psicopatología».
Castaño, asevera (a través de las investigaciones que ha hecho en colaboración con colegas) de que leer cierto tipo de literatura, facilita la empatía y el comportamiento pro-social. Advierte de que las novelas de género no generan los mismos efectos.
La poesía, como parte de la literatura, ejercita otras capacidades. En las palabras de Arthur Jacobs y Roel Willems (psicólogos alemanes): «La poesía es el tipo de ficción más desafiante, capaz de revelar nuevos niveles de significado con cada lectura y relectura» . Añadieron: «El objetivo de estos estudios era descubrir la base neuronal de la conciencia literaria. Es decir, la capacidad de considerar, manipular y comprender el significado de textos complejos, que implican un proceso de construcción de modelos flexibles, con el fin de poder ajustarse a hilos de significado cambiante, a la sensibilidad hacia diferencias sutiles en el significado, así como a mayores habilidades de razonamiento social, probablemente basada en la empatía».
De acuerdo a Jacobs y Willems, la poesía resulta crucial para el desarrollo de pensamiento complejo y abstracto. Ellos explican, en otras palabras, de que obliga a la mente a crear razonamientos flexibles, para comprender conceptos profundos. Dicho sea de paso, ejercita el pensamiento crítico y la creatividad.
A parte de leer, escribir también resulta beneficioso para la mente.
Tomando de referencia una publicación de la Universidad de Bolton, Reino Unido; la escritura creativa, ayuda a:
- Ganar lucidez mental. 
- Aumentar el autoestima. 
- Mejorar la concentración. 
- Aumentar y mejorar la imaginación. 
- Fortalecer la memoria. 
Sin lugar a dudas, el arte y la literatura son dos fuerzas hegemónicas, las cuales logran que nos miremos a nosotros mismos, y a partir de allí: nos regalan una visión íntegra de nuestras vidas y elecciones. Despiertan nuestra conciencia. En ese despertad, nos hacen ver lo que no veíamos, o lo que apenas sospechábamos.
© 2022, G.D. Romill
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Referencias:
El Mundo (2020). La influencia de la literatura en el cerebro: mejora las habilidades cognitivas y el equilibrio psicológico. Recuperado de:
https://www.elmundo.es/cultura/literatura/2020/08/01/5f24245afc6c83485f8b45cb.html
PsicologosOnline (2021). Arte y psicoanálisis: 7 beneficios psicofísicos para el ser humano. Recuperado de:
University of Bolton (2022). Psychological Benefits of Creative Writing. Recuperado de:
https://www.bolton.ac.uk/blogs/psychological-benefits-of-creative-writing/

