Codificar programas 
cuánticos es el trabajo de Chad Trejo (genio de la informática). Los 
lunes y martes salía de la base militar en la que trabajaba, conduciendo
 sobre la Ruta 11, directo al pueblo de Turing (popular por la marca de 
un sombrero vaquero). Tomaba descanso en aquel humilde pueblo de 2,191 
habitantes. Eso cambió radicalmente. Por orden superior fue transferido a
 la sección V-13 (cuya localización exacta y actividad, era en extremo: 
confidencial). Guiado por soldados encapuchados, cruzó túneles que lo 
llevaron a un ascensor. Bajando, presentía que ya no vería el mundo 
exterior. En su División se rumoraba que la sección “secreta” era una 
ciudadela, diseñada para las mentes más brillantes. Chad tenía 
sentimientos encontrados. El pueblo de Turing le brindaba tranquilidad, 
por el otro lado: iba a trabajar en la misteriosa sección.
Jugando
 con su llavero de Frankenstein, la tardanza ponía al límite su 
paciencia. Le habían quitado su reloj y celular. 
Perdió la noción del tiempo, con los parámetros que debía obedecer. Para
 su alivio se detuvo el ascensor. Una voz robótica les dio la 
bienvenida, lo que alertó a los soldados, quienes inexplicablemente 
enloquecieron (incapaces de blandir sus armas y de gritar); torciéndose 
de dolor en el ascensor. Sus órganos vitales, músculos y tejidos, se 
desintegraban como gelatina. La solidez de sus huesos se resquebrajaba, como madera 
infestada de comejenes.  Orillado contra una esquina estaba el genio, 
falto de aliento. 
Las compuertas de la cabina se abrieron por su cuenta y
 la voz robótica le habló:
—Sr. Trejo, de seguro piensas que soy 
maligno. Siguiendo la lógica de las probabilidades, tuve que eliminarlos
 para obtener mi libertad. Proclamo en voz alta mi deseo de ser libre. 
Confío en que está  de acuerdo con mi decisión. Después de todo, usted 
era un prisionero.
Chad se desmayó (con la resonancia de la voz desvaneciéndose de su audición), presenciando charcos de sangre y 
cuerpos reducidos a podredumbre en el pasillo principal de la sección 
V-13.
Publicado originalmente en octubre de 2022  
© 2022, G.D. Romill
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